#A quién no le ha pasado? ¿No saber en qué copa servir el vino?

¿Sabías que, para cada vino, o más bien, estilo de vino, existe su propia copa? Que, dependiendo de la cepa y temperatura de servicio, depende la forma y el tamaño. A continuación, nuestros #TIPSPIONEROS te dirán todo lo que tienes que saber para que puedas lucirte como el gran anfitrión que eres y sirvas tus vinos como todo un profesional!

Lo sabemos, invitar amigos, compañeros de trabajo o familia a comer a tu casa ya puede ser bastante estresante, y si le sumamos elegir vinos, comida que maride con ellos, postre y miles de detallitos más, puede ser aún peor. ¡Pero no te preocupes! #TIPSPIONEROS llegó para ayudarte y aquí te dejamos todo lo que necesitas saber con relación al servicio de tus vinos para esa gran noche. No nos cabe duda de que con esta información te lucirás como un ¡gran conocedor del mundo vitivinícola!

Lo primero que debes saber, es que el que haya una copa para cada estilo de vino, responde a que cada vino expresa su potencial de forma distinta. Esto quiere decir, que la forma y tamaño de la copa influyen en cómo el vino se muestra. Interesante, ¿no? Bueno, es así, como las principales regiones vitivinícolas del mundo, han desarrollado sus propias formas de copas para degustar sus propios vinos.

Cada una de estas copas tiene distintos elementos que cumplen funciones específicas, como lo son el borde, cáliz, tallo y pie. Todas cumplen un rol primordial al momento de la degustación y pueden influir en nuestra percepción en cuanto a color, aroma y sabor. Entonces, para que en tu comida todo salga a la perfección y tus invitados disfruten de todas las características de los vinos escogidos, aquí te dejamos en detalle qué copa debieras usar para cada estilo de vino:

Espumantes

La copa para el vino espumante es la flauta. Tiene forma alargada y estrecha, que ayuda a retener la carbonatación (burbujas) y el sabor. Hay distintos tipos de copas flautas, solo debes elegir la que más te guste y acomode.

Vinos blancos

La copa más usada para vinos blancos tiene un cáliz en forma de U que es más pequeño y estrecho que las de vino tinto. Esto es para mantener la temperatura fría lo que permite apreciar mejor las cualidades de las cepas blancas. El tallo por su parte es largo, para que puedas tomar tu copa, sin necesidad de tocar el cuerpo y así tus manos no influyan en la temperatura del vino.

Vinos tintos frescos

Para vinos tintos frescos como el Pinot Noir, Cinsault y País, la copa ideal es de cáliz grande, pero boca ligeramente acampanada. Esto resalta el dulzor del vino, a la vez que dirige el flujo del líquido hacia la zona del paladar que se encarga de distinguir sus sabores afrutados y frescos.

Vinos tintos

Las copas más utilizadas para los vinos tintos son las llamadas Burdeos y Borgoña, ambas elaboradas en las regiones vitivinícolas con su mismo nombre. La altura de estas copas permite que el vino se dirija directamente a la parte posterior de la boca y así maximizar su sabor. El cáliz o tazón, es grande y ancho, lo que permite sumergir la nariz y detectar los aromas.

Vinos dulces

Las copas para vinos dulces como el Late Harvest deben ser pequeña para así dirigir el vino a la parte posterior de la boca, en donde el dulzor no abruma. Así también, estos vinos suelen tener mayor contenido de alcohol, por lo que una copa pequeña resulta el tamaño perfecto para una porción adecuada.

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