ANTIGUAS RAÍCES, EL NUEVO NOMBRE PARA MEDITERRÁNEO DE MORANDÉ ADVENTURE

ANTIGUAS RAÍCES, EL NUEVO NOMBRE PARA MEDITERRÁNEO DE MORANDÉ ADVENTURE

Con el objetivo de destacar las añosas parras de las vides que dan origen a este vino, desde hoy nuestro vino Mediterráneo pasa a llamarse Antiguas Raíces. Un nombre preciso que rinde honor a esas plantas que vienen siendo trabajadas desde hace más de 70 años y dan vida a una innovadora mezcla de variedades típicamente mediterráneas cultivadas en el corazón del Secano Interior.

El espíritu pionero e innovador que ha definido desde sus inicios a Viña Morandé, se refleja indudablemente en el portafolio de Morandé Adventure. Se tratan de vinos jugados, libres, hechos a mano, que ponen en valor las parras y tradiciones antiguas. Un ejemplo de esto es Mediterráneo, que desde hoy pasa a llamarse Antiguas Raíces.

El cambio de nombre se debe principalmente a la importancia que tiene la historia de las vides en este ensamblaje. Son plantas que tienen al menos 70 años de vida y sin duda, son las responsables de la gran calidad y diferenciación con la que cuenta este vino.

Antiguas Raíces nace del interés por reinterpretar variedades mediterráneas en el valle del Maule, a través de la co-fermentación de cepas tintas y blancas para crear una mezcla novedosa con una personalidad muy clara: un vino eminentemente frutal, con marcada presencia de fruta roja, de gran acidez y frescor.

Y es que se trata de un inusual blend que es el resultado de una creativa combinación entre la libertad de innovar y experimentar. Compuesto de Garnacha, Syrah, Carignan, Marsanne y Roussanne, Antiguas Raíces, busca interpretar el potencial de las clásicas variedades mediterráneas en un terroir alejado de su lugar de origen. La zona de Loncomilla, en el valle del Maule, les da la bienvenida como si fueran propias, y demuestra, una vez más, que es un excelente lugar para cultivar esas uvas frutales y jugosas con extraordinaria estructura.

A esto se suma, un proceso de co-fermentación (Syrah con Marsanne y Carignan con Roussane) y maceración en contacto con sus pieles por cerca de 30 días, que le dan un muy particular carácter al vino, que destaca por su profundo color rojo cereza y sus aromas a frutos rojos como guindas y frambuesas con notas a avellanas europeas y especias aromáticas. En boca es fresco, frutal y jugoso, con un tremendo equilibrio y un final largo y persistente.

El cambio de Mediterráneo a Antiguas Raíces comenzará a regir para mercado nacional de forma inmediata mientras que, para otros mercados, estará disponible desde la cosecha 2019.

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