bodega aventura

BODEGA AVENTURA

Morandé Wine Group ha sido siempre una viña pionera de la viticultura chilena, responsable de muchos de los avances en la industria nacional, entre ellos y quizás el más importante: el “descubrimiento” del valle de Casablanca como uno de los mejores terroir para cepas de clima frío.

La Bodega Aventura representa la materialización de nuestro inquieto espíritu explorador. La culminación de un proyecto que nos permite mostrar al mundo el espíritu pionero y emprendedor que siempre nos ha caracterizado, inspirándonos a seguir adelante, elaborando un portafolio de vinos innovador, diferente y de gran calidad.
Diseñada por el experimentado arquitecto Samuel Claro esta bodega funde su belleza arquitectónica con el paisaje local. Fue construida de manera tal, que es parte del viñedo, enclavada en su suelo, en profundidad, como las raíces que alimentan las uvas. La elección de hacer una bodega subterránea se debe a dos factores: el primero es cuidar el entorno, minimizando lo más posible la intervención en el campo; el segundo es usar la gravedad a favor de los vinos. Una bodega gravitacional no sólo cuida la uva, sino que permite un ahorro energético significativo. Así también, sus espacios abiertos, amplios ventanales y paredes de vidrio, que permiten maximizar el uso de la luz natural.

Un proyecto de esta impronta solo podía ser concebido por una viña con una clara visión de futuro, con una sólida trayectoria de innovación y un compromiso con la elaboración de vinos de la más alta calidad. Un proyecto que va en línea con la metodología de trabajo del destacado enólogo Ricardo Baettig, quien incentiva al equipo de enología y de viticultores a buscar vinos irrepetibles. Búsqueda que incluye nuevas denominaciones de origen, rescate de cepas patrimoniales, mezclas inexploradas y sorprendentes, métodos de vinificación no tradicionales, autenticidad y excelencia, entre otros.

De esta forma, la bodega cuenta con instrumentos claves que permitirán a los enólogos experimentar con nuevas variedades, probar recipientes de fermentación y guarda y testear nuevas técnicas, con el fin de seguir entregando vinos irrepetibles, auténticos, que sean capaces de impulsar la industria nacional.

Aquí, en esta bodega se generan nuevos aprendizajes que luego serán aplicados a todo el portafolio, alcanzando el máximo potencial en nuestros mejores vinos.

ESTANQUES TRONCOCÓNICOS

Son estanques para fermentación y guarda de vinos donde se tiene una mayor superficie del sombrero sumergido, permitiendo un menor contacto con la superficie, permitiendo una maceración suave. Además, nuestros estanques son de cemento, favoreciendo a los vinos de la inercia térmica del material, logrando mayor presencia de fruta en los vinos. En estos estanques fermentamos las uvas de Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc para nuestros vinos House of Morandé y Carmenère Edición Limitada. En los más pequeños y de fondo cóncavo fermentamos los componentes de nuestro centenario Cabernet de Ránquil y Pinot Noir Gran Reserva y Edición Limitada.

HUEVOS DE CEMENTO

Son depósitos donde el vino recibe una buena oxigenación sin aportar sabores y aromas dulces, como es el caso de la madera. Las paredes relativamente gruesas del cemento amortiguan las diferencias de temperatura con el exterior sin concentrar el calor en forma elevada, lo que permite lograr fermentaciones suaves y continuas. De esta forma, y gracias a su forma casi esférica y las diferencias de temperatura que se generan en su interior, el vino circula en forma lateral y vertical, manteniendo las borras en ligera suspensión. Ello entrega una sensación de mayor volumen en boca y una destacada pureza de aromas.
En estos huevos de cemento se albergan nuestras uvas más diversas, desde Pinot Noir de Casablanca, Cinsault de Itata y País de Maule hasta Petit Verdot, Petite Sirah, y Syrah, sin olvidar las fermentaciones con orujo de Marsanne y Roussanne.

CUBAS DE MADERA Y OPEN TOP

Estas cubas de madera troncocónicas y abiertas son utilizadas para fermentación y crianza de los vinos. Las cubas oxigenan lentamente al vino, aportando textura y aromas propios de la madera debido al contacto estrecho entre ambos. En estas cubas de madera que van desde los 10 hasta los 50 hectolitros.
Los fermentadores de vino abiertos u open top, son ideales para fermentar parcelas pequeñas o mediana de vino tinto. Su funcionamiento se basa en que el dióxido de carbono producido por la levadura durante la fermentación alcohólica actúa como una manta protectora sobre el vino, además de permitir el pisoneo para una extracción más suave de los compuestos del hollejo y una polimerización más efectiva de los taninos y fijación del color del vino.
En ellos, fermentamos uvas como Garnacha, Carignan, Cabernet Franc y Mourvedre y parte del Cabernet Sauvignon de Ránquil.

CUBAS DE CERÁMICA

Estos pequeños estanques esféricos de cerámica están volviendo a ser usadas en el proceso de vinificación. Es en el fondo arcilla cocida a alta temperatura, lo que transforma su estructura casi en un vidrio, sin cesión al vino de elementos ajenos a la uva. Son utilizadas para la fermentación y crianza de viñedos experimentales de Chenin Blanc, Vermentino, Semillón con y sin orujos, Mourvedre, Tempranillo, Touriga Nacional, Sangiovese.

HUEVOS INVERTIDOS

Los estanques de cemento con forma de huevos invertidos son una evolución que hemos usado para variedades blancas en que no necesitamos tener una extracción suave de los componentes del hollejo, sino un trabajo de mosto turbio y borras finas, cuya forma de esta vasija, facilita, en parte gracias a la microoxigenación generada en la parte superior (más ancha). En ellos, hacemos los componentes de fermentación con orujos y de mosto de alta turbidez para Chardonnay y Sauvignon Blanc Gran Reserva, respectivamente, así como experiencias con Vermentino, Chenin Blanc y componentes de Marsanne y Roussanne.

ÁNFORAS ENTERRADAS

Son recipientes o vasijas de arcilla cocida que sirven para fermentar, criar y guardar el vino. Junto con los lagares, buscamos recrear lo más fielmente posible las técnicas ancestrales de producción, en este caso ligadas al Asia Central, logrando hacer vinos puros y con mínima intervención. Al ser enterradas mantienen muy bien la temperatura y proporcionan una oxidación razonable. En estas ánforas trabajamos Cinsault para nuestro vino Creole, Pinot Noir para Despechado, Chenin blanc, y Semillón de Ránquil con y sin orujos.

LAGAR

El lagar es un gran contenedor de cemento, como una pequeña piscina, que se utiliza para fermentar uvas. Es el método más antiguo y tradicional de fermentación, utilizando los pies para pisar los racimos y extraer de este modo el jugo en forma suave. Por su forma, facilita el trabajo manual con los orujos y una elevada ventilación y liberación tanto de CO2 como de temperatura producida en la fermentación. Debido a su amplio contacto con el aire se favorecen las maceraciones cortas, enfocada en vinos frutales, ideal para variedades de estructura tánica importante, promoviendo taninos más finos y fundidos. En nuestra bodega, los lagares se utilizan para las cepas País proveniente de Ránquil y Melozal, así como Carignan que luego es utilizada para la elaboración de Vigno.

OXOLINE

Oxoline es una estructura que posee rodillos y que permita apilarlas en forma de pirámide, maximizando el espacio, pero más importante aún, permite realizar fácilmente un levantamiento de las borras finas al girar las barricas, facilitando de este modo el proceso de bastoneo tradicional. Además, el espacio entre barrica y barrica permite acceder a cada una en forma independiente, sin importar su emplazamiento en la fila, pudiendo abrirla, llenarla, lavarla, darle una vuelta, sacarla sin tocar a las demás.

FUDRES DE ROBLE FRANCÉS

Los fudres son toneles de gran tamaño, hechos en madera normalmente de roble, aunque también tenemos de Acacio, cuya forma puede ser redonda u ovalada y se mantienen de forma horizontal. Históricamente han sido empleados para guardar, fermentar y criar vinos como una gran barrica con la virtud de generar un carrusel de combinaciones en forma más lenta respecto a lo que ocurre en una barrica, ya que poseen una relación madera/vino más baja aportando por lo tanto menos aromas y sabores a madera y resaltando más la fruta y, por tanto, el origen de la uva. La microoxigenación fija el color y genera moléculas de taninos más grandes que dan sensaciones más suaves y redondas en la boca y en los fudres este proceso es más lento, favoreciendo guardas más largas sin caer en sobre maderización.

VASIJAS DE CERÁMICA

Las vasijas de cerámica están fabricadas con cerámica gres, y es similar en muchos aspectos, a un granito natural: es impermeable a los líquidos y por lo tanto tiene una evaporación mínima. La estructura microporosa intrínseca del material cerámico permite un intercambio gaseoso con el exterior del recipiente, en cantidades limitadas y en un periodo de tiempo prolongado, volviéndolo muy adecuado para un envejecimiento prolongado. A su vez, y a diferencia de los estanques de cemento, no existen cesiones de ningún tipo del recipiente al vino, siendo de gran utilidad para producir finos francos y de gran expresión aromática, así como sabores eminentemente frutales y netos. Montados en forma de trípode con ruedas que permite girarlos favorecen los remontajes pasivos y la guarda con levantamiento de borras finas. Aquí trabajamos Cinsault para nuestro vino Creole, País para Colinas de Ranquil, Chenin blanc, y Semillón de Ránquil.

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