Casablanca y Morandé

Casablanca y Morandé

Pablo Morandé:
“Sin ser exactamente lo que definimos o usando tal vez distintas palabras, nuestro sueño de empresa era ser una viña reconocida por su excelencia, por sus vinos y servicio o relación con clientes y proveedores, que sería como un faro en el medio local, marcando pauta y haciendo caminos en los espacios desconocidos para la competencia, generando valor y satisfacción para sus accionistas. El primer año (1996) usamos como llamado de atención que éramos especialistas dedicados al vino (los tres socios fundadores ex CyT) y con la autoridad que nos daba Casablanca, por ser su descubridor. Decía Viña Morande, Pioneros del valle de Casablanca y nuestro primer vino se llamó Pionero. Esto de llamarse Pionero, llamó la atención y generó los primeros ruidos de marca. Casablanca, comenzaba a verse de la carretera plantada en algunos puntos, comenzaba el desarrollo de

dos grandes extensiones de viñedos saliendo del túnel Zapata camino a Valparaíso, costado norte Veramonte, Rita y Emiliana y al sur CyT y la Universidad Ibero Americana. Entonces calificarse y hacerse llamar Pioneros de Casablanca, sorprendía, como sorprendían las nuevas plantaciones en Casablanca. Al cabo de algunos años ¿2002-3? comenzamos con “Viña Morandé, Es tiempo de lo Nuevo”, justificando lo que hacíamos con vinos y etiquetas, lo que también significaba un desafío permanente, mucha experimentación aplicada sobre la experiencia acumulada.

Las primeras viñas se plantaron en Casablanca por Pablo Morandé en 1982, fue un esfuerzo personal ya que otros actores de la época por distintas razones no se convencieron o no se atrevieron a acompañarlo en esta idea pionera. Eran otros tiempos, por ejemplo, para determinar las condiciones climáticas de Casablanca se les preguntaba a los lugareños que frutas y hortalizas lograban producir y madurar en ese clima, y así fueron entendiendo las temperaturas máximas y mínimas aproximadas, así como la presencia de heladas y patrón climático de las neblinas costeras.

Ya con los primeros vinos se demostró la calidad y diferencia que entregaba Casablanca, empezando de este modo el desarrollo vitícola y la llegada de nuevas viñas al valle. De este modo se inicia la viticultura de clima frio en Chile, la búsqueda de nuevos orígenes en la costa, toda una revolución que continúa hasta el día de hoy haciendo de la diversidad de cepas y estilos una característica de la vitivinicultura de nuestro País.

 

Ricardo Baettig
Enólogo Viña Morandé

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