La filosofía de terroir, con un profundo respeto por la tierra y la tradición vitivinícola del campo chileno, combina técnicas ancestrales y modernas para producir un vino honesto y con un carácter extraordinariamente diferente a sus pares.
Con una pequeña producción de tan solo 2.000 botellas, “El Cabernet de Ránquil” representa el resultado del centenario trabajo y cuidado de una familia que ha mantenido este viñedo durante generaciones y la innovadora visión de Viña Morandé, que ha demostrado un genuino espíritu pionero desde sus inicios en el rescate del patrimonio vitícola chileno.
VALLE: D.O. Valle del Itata