Gewürztraminer – Variedad Ladina

Gewürztraminer – Variedad Ladina

El ladino es un dialecto o antigua lengua románica que aún se habla en Las Dolomitas, esa región de montañas y valles alpinos del norte de Italia, que actualmente se conoce como región autónoma de Alto Adige o Süd Tyrol, y cuya capital es la bella ciudad de Bolzano.

Dada su privilegiada posición geográfica en medio de los Alpes, el Alto Adige fue una zona estratégica muy disputada. Después de la Primera Guerra Mundial pasó del Imperio Austro-Húngaro a Italia, lo que fue ratificado en un plebiscito después de la Segunda Guerra Mundial. En esta región, de empinadas laderas y angostos valles, donde se habla alemán e italiano, pero también la antigua lengua ladina, se ubica la cuna de la gewürztraminer, una variedad de uvas bastante conocida por nosotros.

Esta cepa, cuyo nombre proviene del pueblo de Tramin, situado en la misma región, es producto de una mutación de la traminer blanca, también conocida como savagnin blanc, famosa en el Jura francés por dar origen a los vinos de paja (elaborados con uvas deshidratadas con el fin de concentrar su jugo). Esta mutación no solo le cambió el color, sino que desarrolló el típico aroma “amoscatelado” que caracteriza al vino, justificando así el termino ‘Gewürtz’ que en alemán quiere decir especiado o aromático.

Ha ganado adeptos en todo el mundo gracias a estas notas aromáticas dadas por las moléculas terpénicas, las que entregan una expresión floral como de rosas, y el típico sabor de lichies, esa tan especial fruta oriental.

Las uvas de la gewürztraminer son de color rosado oscuro, de piel gruesa, y su acidez natural es de media a baja. Sus racimos son pequeños y levemente apretados, por lo cual se desarrolla muy bien en zonas frías donde su acidez se sostiene, y desarrolla aromas más bien elegantes que pesados. El vino que entregan es blanco y levemente perlado.

Avanzando por las riberas del Rhin en Alemania, esta variedad llegó a la región de Alsacia en Francia, donde es tan famosa como la riesling. Allí se suele utilizar para hacer vinos más dulces, de cosecha tardía, y también Vendanges Tardives y Sélections de Grains Nobles.

En Viña Morandé la hemos plantado el valle de Casablanca desde nuestra fundación, a mediados de la década de los 90. Desarrollamos con ella un vino prácticamente seco, de no mas de 4 a 5 gr de azúcar. Los suelos graníticos del valle, y las clásicas nieblas matinales provenientes del Océano Pacífico, permiten que su madurez sea más bien lenta. El resultado es una versión muy especial de gewürztraminer, con un lado cítrico, notas florales que recuerdan los azahares, y frutales, como de lichi, pero sin ser invasivo.

Con 13 grados de alcohol, obtenemos un vino más bien fresco, de acidez equilibrada, cuyos sabores explotan y reflejan exactamente los aromas descritos anteriormente. Se trata de un vino extraordinario, muy versátil, que acompaña aperitivos o se adapta especialmente bien a comidas asiáticas, levemente picantes.
¡Atrévase a pronunciarlo e invoque su magia de aromas y sabores!

Ricardo Baettig
Enólogo Viña Morandé

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