Las claves del éxito de ‘House of Morandé’ como vino ícono de Chile por dos años consecutivos

House of Morandé es más que un vino; es la representación de un terroir excepcional, una historia de innovación y un compromiso inquebrantable con la calidad. Cada botella refleja la dedicación de Viña Morandé por mostrar lo mejor del Alto Maipo, a través de un ensamblaje que combina las variedades tintas más emblemáticas del valle.

La historia de House of Morandé comienza junto a la fundación de Viña Morandé, impulsada por el pionero Pablo Morandé. En los años ochenta, Morandé desafió los estándares tradicionales de la viticultura chilena al plantar viñedos en el valle de Casablanca, abriendo nuevas puertas para la industria. Sin embargo, su atención también estuvo en el Alto Maipo, donde encontró el terroir ideal para crear un vino que reflejara la elegancia de la zona. Con House of Morandé, el objetivo era claro: capturar la esencia de esta región y presentarla en un ensamblaje bordelés que pudiera competir con los grandes vinos internacionales.

Desde sus inicios, este vino ha sido una mezcla de Cabernet Sauvignon complementado con otras variedades tintas como Cabernet Franc y Carignan, logrando así un ensamblaje robusto y balanceado. Si bien el viñedo original ha cambiado, la esencia de este vino sigue siendo la misma, proviniendo de los faldeos del Cerro Chena en San Bernardo, en el corazón del Alto Maipo. Esta zona ofrece suelos de tercera terraza aluvial, ricos en gravas y arcillas, que proporcionan una estructura ideal para el desarrollo de vinos de alta calidad.

El compromiso de Viña Morandé con la innovación ha llevado a la constante evolución de House of Morandé. En 2014, Ricardo Baettig, enólogo jefe actual de la viña, asumió la dirección del vino, introduciendo cambios que resaltaron aún más el carácter y la calidad de este ensamblaje. A partir de la cosecha 2014 y con mayor énfasis en la de 2017, Baettig implementó un manejo de viñedo que incluyó una cosecha más temprana, menos riego y técnicas de manejo en verde. Estos cambios ayudaron a preservar la frescura y la estructura del vino, ajustándolo a las tendencias actuales sin perder su esencia tradicional.

Uno de los avances más notables en el proceso de House of Morandé ha sido la combinación de barricas con fudres de gran formato para la guarda del vino. Después de 12 meses en barricas, el vino reposa durante 6 meses adicionales en fudres de roble alemán y francés de tostado leve. Este proceso de guarda contribuye a un perfil aromático más refinado y a una estructura tánica bien integrada, resaltando la elegancia que caracteriza al Alto Maipo. Además, el vino se decanta durante dos meses antes de ser embotellado, seguido de un año adicional de reposo, asegurando que cada botella esté en su punto óptimo al momento de la venta.

Es así, como House of Morandé destaca por su equilibrio entre la fruta y la estructura tánica. El perfil aromático incluye notas de frutas rojas y negras, especialmente berries, que se mezclan con toques minerales y especiados. En boca, el vino ofrece una experiencia robusta, con una acidez bien integrada que equilibra su estructura. Los taninos son firmes pero elegantes, lo que permite una larga vida en botella y una experiencia de degustación que se disfruta lentamente.

Para quienes buscan un vino que une tradición y modernidad, House of Morandé ofrece una experiencia única, con la elegancia y profundidad que solo un vino de su calibre puede ofrecer, y el cual ha sido reconocido ampliamente por la crítica nacional e internacional. Su cosecha 2021 obtuvo 99 ptos en La Cav, 98 pts en Descorchados, 95 pts en James Suckling y Decanter, y 94 pts en Vinous Media.