Seleccionadora Óptica

06 Abr Seleccionadora Óptica

Hasta el año 2008, las uvas destinadas a los vinos Edición Limitada y House of Morandé se recibían en la bodega –tras haber sido cosechadas en pequeñas cajas– para ser sometidas una selección manual de los granos. Para ello, las cajas de uva se vaciaban en una tolva receptora desde donde se enviaban a una despalilladora. Luego, los granos ya separados del escobajo, se depositaban en una mesa vibradora que los esparcía y conducía a otra mesa más larga. En ese lugar, un grupo de mujeres separaba, lo mejor que podía, los granos de uvas que no estuvieran sanos o maduros. Obviamente se trataba de un trabajo monótono y cansador, que además requería una gran concentración y entrega, las que con el paso de los minutos iban disminuyendo inevitablemente.

A partir de la cosecha 2008 la bodega incorporó una seleccionadora óptica de uvas de tecnología italiana, especialmente desarrollada para la industria vitivinícola. El proceso es el mismo, pero se realiza a mayor velocidad. El criterio de selección se determina mediante un software en función de la variedad de las uvas (existen diferencias en la forma y el tamaño de los granos), la redondez de los granos (las pasas pierden su condición esférica), y el color de las bayas (uvas rosadas que no están bien maduras). También se eliminan los pedazos de escobajo. Todo este proceso se realiza por medio de eyectores de aire comprimido, los cuales, al detectar granos que no cumplen los parámetros exigidos, los desvía hacia un bin de “desecho” mediante un golpe de aire.

Gracias al empleo de esta tecnología, también logramos incluir la línea Gran Reserva en la selección de granos. El aumento de velocidad ha hecho posible procesar volúmenes de hasta 14.000 kilos diarios, la cantidad precisa que permite llenar nuestros estanques de 16.000 litros.

Para nuestro House of Morandé usamos pequeños estanques de acero inoxidable con ruedas, de tan solo 600 kilos de capacidad. Colocamos estos estanques en el portalón superior de la cuba y los llenamos sin usar la presión de las bombas que aplastan y rompen excesivamente las uvas antes de su fermentación.