Espumantes de Morandé

La historia de cómo comenzamos hacer espumantes es absolutamente digna de nuestra viña. Con la misma audacia que Pablo Morandé, hace más de 40 años decidió apostar por el valle de Casablanca, hace un poco más de 17, convencido de la calidad de las uvas de Chardonnay y Pinot Noir de ese valle, se impuso la meta de hacer el mejor espumante de Chile.

Siguiendo la metodología tradicional de larga guarda-entre 24 y 54 meses-, para luego realizar la segunda fermentación en botella, Morandé creó su primer espumante, Blanc de Noir, un espumante delicioso con finas y persistentes burbujas. Realmente un lujo de espumante.

Al poco tiempo, quisimos abrir el abanico de opciones, y pensamos en usar a la noble y rústica cepa País. Con ella creamos nuestro espumante K.O, también en método tradicional, pero esta vez, con solo 6 meses de guarda. Con K.O lo que buscábamos era disfrutar de un espumante más simple y directo, con todos los beneficios del método champenoise: perlaje de burbujas pequeñas, bien integradas con el vino.

Al portafolio de Blanc de Noir y K.O, también se sumó Brut Nature, un vino de artesanía, tradición y gran respeto al tiempo de los procesos. Proveniente de nuestros viñedos de Casablanca, está elaborado con Chardonnay y Pinot Noir, y se trata de un espumante con estructura, elegante equilibrio de sabores y punzantes burbujas.

Extra Brut, también es parte de la línea. Se trata de un espumante 100% Chardonnay del valle de Casablanca, que se elabora en método tradicional. Tiene burbuja fina y persistente de lenta liberación, y es de cuerpo denso con delicioso frescor y balance de sabores.

Por último, está Charmat, un espumante 100% Chardonnay del valle del Limarí. Este terroir, le entrega gran mineralidad y carácter calcáreo, lo que le aporta una acidez sostenida y aromas inigualables. Es un espumante realizado con el método Charmat, que presenta burbuja fina, persistente y de gran volumen.

Esperamos seguir en la senda que nos mostró Pablo Morandé, y así, hacer los mejores espumantes de alta gama de Chile, demostrando que el conocimiento, el respeto a los tiempos necesarios en cada etapa del proceso y también el origen de las uvas, son la clave para un gran vino, sobre todo para aquellos grandes espumantes.