EL PADRE DE MORANDÉ ADVENTURE

Algo que ha sido muy característico de Morandé y de mi tiempo a cargo de la elaboración de sus vinos, es que nos gusta honrar los orígenes. Nos hemos dedicado por largos años, a estudiar las cepas, los terroirs y el cómo poder representar, esos factores tan importantes, en cada una de nuestras creaciones.

La línea Morandé Adventure, ha sido un fiel reflejo de eso. Se tratan de vinos hechos sin reglas, que buscan sorprender por su diversidad, innovación y calidad. Son vinos jugados, con los que hemos intentando reinterpretar el patrimonio vitivinícola chileno, nuestro querido y gran origen.

Uno de los que más me apasiona es El Padre, un Cabernet Franc del valle del Maipo con el que buscamos homenajear a esta hermosa cepa. Y es que poco se habla del Cabernet Franc pero su presencia ha sido crucial en la viticultura mundial. Se trata de una de las uvas más plantadas del mundo, que, al mezclarse naturalmente con el Sauvignon Blanc, dio vida al Cabernet Sauvignon, probablemente la cepa más reconocida del mundo. He ahí el origen del nombre de este vino: El Padre.

Con él, quisimos elaborar un Cabernet Franc que fuese capaz de demostrar el carácter de la variedad con precisión y lucidez. A la vez de que fuera  un homenaje, a ese rol silencioso fundamental que ha tenido esta cepa en el desarrollo del mundo vitivinícola en Chile.

El Padre representa la elegancia del Maipo, con mucha presencia de frutos rojos y negros, notas levemente herbáceas, presencia de especias y un toque mental tan característico de su terroir. Con este vino lo que buscamos es demostrar su gran potencial a través de un vino complejo, de gran estructura y elegancia, que muestra todo el carácter e impronta de esta variedad.